Explorando el mágico mundo de las crayolas quiero que conozcan nuevas técnicas y una variedad de manualidades que les ayudarán a descubrir los grandes artistas que son. Quiero que aprendan a gozar el arte con el tesoro de la imaginación y creatividad y se expresen combinando colores, formas, texturas..
Pintamos por primera vez con crayolas o ceras la cara de un osito. Se lo dejé a todos medio calcado para ayudarles un poco pero fueron ellos los que tuvieron que dibujarlo con lápiz.
La idea es que rellenaran la silueta del osito con crayolas café, amarillo y rosa sobre un papel acuarela con grano grueso pero muchos de ellos decidieron utilizar otros colores.
Cuando terminaron de colorearlo, pasamos un pincel mojado en un poco de disolvente sobre el oso y con la ayuda de papel, vimos como se fundía el color. Asi, se creó un efecto suave de difuminado con efectos de sombras y volúmen.
Una vez seco , dibujaron los detalles de los ojos y la boca con crayola negra
La segunda parte de la clase les encantó.
A primera vista, las piedras pasan desapercibidas en los bordes de los caminos, en los jardines...los niños pueden recoger piedras de formas muy diversas: grandes, pequeñas, rugosas o lisas...y en todas las tonalidades.
Si las miramos con más atención y algo de fantasía, se pueden descubrir cosas increíbles como caras humanas, corazones, estrellas... Bastan unos pocos materiales para crear también alegres personajes como ratones, leones..
Existen gran cantidad de posibilidades,...una vez pintadas los niños las pueden utilizar como juguetes, como pisapapeles o para decorar cualquier lugar de la casa...incluso sirven como regalo muy especial para los seres queridos.
Hoy pintamos piedras con vinilo y acrílico....les gustó tanto que estoy segura que repetiremos esta actividad más días.
Yo me encargué de prepararlo bien ya que venían algunos niños mas pequeños este día ...así que me fui a la Calera a buscar las piedras y según las formas, les fui diciendo que podían hacer y también pinté yo de blanco la base el día anterior ( tarda en secarse completamente una hora).
Los chicos mayores convirtieron su piedra en una oruga, los mellizos en mariquitas y Daniela y Nina decoraron las suyas con flores. Con una que sobró , decidimos entre todos convertirla en un pájaro al final de la clase.
Para pintar las flores de las piedras nos ayudamos de bastoncillos y palitos de madera y para las orugas, de rotuladores con volumen.
Que os divirtáis mucho recogiendo piedras y pintándolas, nosotros seguiremos haciéndolo...;)
La semana que viene no habrá clase porque es el cumple de Sebas. Retomaremos el viernes de Semana Santa (si es que queda algún niño por Bogotá! :) )
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